Como pocas veces, fui un niño bueno, siendo las fiestas de la localidad cercana a donde vivo, hice lo que recomiendo, tener la bici lista, organizar todo lo necesario para el día siguiente, cenar bien y a la cama a las 10:00 (Quien dice las 10, dice las 12:30)
Llevamos en esto de las bicis de las ruedas gordas, muchos años, creo que 20 aproximadamente y hay cosas que no han cambiado ni creo que vallan a cambiar. Nuestra forma de entender el mountain bike esta lejos de los principios de muchos de los corredores con los que nos rodeamos actualmente en las carreras, marchas y de mas eventos a los que asistimos.
Puede que lleguemos apurados a recoger los dorsales, que no tengamos los calcetines a juego con el color del casco e incluso ni sepamos el perfil o kilómetros que la organización nos ha preparado, no por que no nos interese o por que creemos estar por encima de todo eso, si no, por que hemos ido creciendo en paralelo a este deporte y valoramos que nos aporta el mountain bike a nosotros y no al contrario.
Suena raro, pero empezamos cuando no existian tantos accesorios, tantas marcas, modelos y sistemas, tubeless, Octalink, GPS, precarga, carbono, SAG, y miles de datos que se anteponen al puro mountain bike, a la diversión de hacerte una bajada con tu grupo de compañeros y sacar el ojillo para ver por donde le puedes pasar cuando casi ni el entra en el sendero, a encarar una subida mortal y agónica donde tengo que realizar una parada obligada por que uno de mis compañero ha hecho un comentario y las risas que han producido en el grupo entran en conflicto con el necesario acto de respirar.
Retomando el tema, MadridXtrema se presentaba en un formato duro, para gente con una experiencia no larga en kilómetros, si no por su ejecución de esos kilómetros a una temperatura elevada, debido a las fechas en que nos encontramos, donde el circuito a realizar seria una tortura lenta por sus continuos tramos rompe piernas.
Un mes antes, a la fecha del evento, realice parte del circuito con Isaac, la persona que esta al frente de la tienda “Factor Bike” de Getafe y su club. He de decir que es un grupo donde rápidamente te sientes como en casa, gente muy maja, que llevan poco tiempo saliendo pero que poco a poco van sumando rutas y kilómetros.
La verdad y lo digo con mucho cariño, la ruta fue un caos, caídas, roturas, perdidas por el seguimiento del GPS que parece que lo había cargado el diablo, e incluso finalización de la ruta por carretera por las altas temperaturas que tuvimos… En general nos fuimos descontentos, e incluso varios de los integrantes del grupo que ya habían realizado la inscripción dudaban de su asistencia.
Ya en casa y después de la ducha, la reflexión llega sin darte cuenta. El mountain bike es eso, mountain bike y todo lo que le rodea son condicionantes, variables, a veces positivas y a veces menos positivas, pero nunca y digo nunca negativas.
He visto y vivido ese mountain bike de locos, donde no teníamos ni idea del perfil, e incluso la distancia que separaba el principio del final del recorrido, donde el comienzo de la ruta se iniciaba bajo una tormenta que en poco tiempo trasformaba los caminos en ríos y el agua nos llego a superar el manillar en una ocasión, días donde las bajas temperaturas llegaban a congelar los bidones de agua, donde los dedos de los pies perdían su vida útil, rutas donde he visto como algún compañero se ha olvidado la tija de sillín en casa, o no se ha traído sus bonitas zapatillas con calas y en vez de retroceder inteligentemente, se subían irracionalmente en sus bicis y disfrutan de su tortura en su “mountain bike”, tortura que no valorábamos en su día y que en ocasiones eran inhumanas.
En esta ocasión no estamos inscritos a la competición, vamos a realizar la marcha de 90 kilómetros . ¿La edad?, ¿Primeras salidas después del verano? ¿Nuestra cobardía ha crecido…? Ya que estamos empezando nuestra preparación de cara a la Titán Desert 2012 y nuestros comienzo e intenciones son rodar y sumar kilómetros, coger sensaciones y realizar valoraciones para mejorar poco a poco sin llegar a saturarnos, este seria el plan fijado para este día.
No llego a entender por que inicio la marcha con un fin muy claro, y poco a poco estoy inmerso en otra carrera mas, donde la estrategia parece que ha sido memorizada y los pasos a seguir un guión bien aprendido.
Poco a poco estamos rodando y sin darnos cuenta vamos cogiendo la cola del grupo de los corredores que compiten, ellos han salido unos 20 minutos antes mas o menos y eso nos hace crecernos, ya que hemos realizado un buen calentamiento y las piernas responden bien, subimos un poco el nivel de nuestras pedaladas.
Empiezo a procesar toda la información que obtengo, mis sensaciones, mi estado anímico, la bici responde perfectamente, empiezo a segmentar la asimilación de alimentos y la hidratación que tan necesaria es, para llegar a buen puerto. Después de verificar todo esto, es la hora de ver el estado de los demás participantes y empiezas a oír sus respiraciones, sus gestos, los piñones que utilizan, la cadencia de sus pedaladas, el vaivén de sus hombros, esos detalles que tiene esa información oculta que si sabes desclasificarla es mas importante que la constitución Española.
El terreno que inicialmente nos propone la organización, empieza a ser invadido por senderos con rampas incesantes donde la suma de kilómetros con el aumento de la temperatura hace que este empezando a ser una tortura para todos los participantes. Llega un momento que todos estamos en la misma batalla, es difícil coger rueda o que alguien se pegue a la tuya, cualquier pequeña rampa hace que los grupos sean inexistentes y de pasar en manada por senderos, bajadas y rampas, se pasa a afrontar en solitario casi toda la segunda mitad del recorrido.
El goteo de corredores que voy pasando lentamente es continuo, y surgen los comentarios que me llegan incluso a molestar. “La organización se ha pasado”, “Este calor es un infierno”, “Si lo se no me apunto”, como si todo eso fuera a reducir el recorrido o a rebajar la temperatura ambiente.
Estamos allí por que queremos y eso es lo que queremos, pruebas que al terminarlas se convierten en gestas que llenaran los corrillos de las tiendas especializadas, post que inundan los foros de mountain bike donde cada uno comenta su carrera y elevan a este deporte al lugar que le corresponde, para mi uno de los deportes mas duros del mundo, que saca lo mejor de ti, que ponen a tu cuerpo y mente a veces enfrentados si seguir o bajarte de la bici y desacerté de ella al llegar a casa.
Raro es que alguien después de una ruta como Madridxtrema se piense en vender la bici o cambiar de deporte. Estaras muerto al llegar a meta, con el cuerpo triturado e incluso con la mente en el mas allá, pero la sensación que te envuelve al terminar, es de haber ganado al terreno, el polvo tragado, a los 40 grados, al continuo rodar por un terreno árido y rompe piernas que solo puede ofrecerte este deporte.
En nuestro segundo tercio de la marcha, imprimimos mas velocidad, me estaba divirtiendo y eso se notaba. Se termina este segundo tercio y damos paso a lo que ya va siendo habitual en mis participaciones, comenzamos a dar si no el 100%, una cifra muy cercana a ese 100%. Yo no vamos a ser cautos, es la hora de gastar todo el deposito, he incluso poner las reservas al servicio de la nación.
Pasados unos kilómetros, ya no me estoy divirtiendo de igual forma, conozco el sabor de la perdida de las sales minerales, las subidas las intento hacer lo mas rápidamente posible e intento realizarlas despegado del sillín para reducir el tiempo de sufrimiento, noto que al finalizar las subidas, por pequeñas que sean, mis piernas están vacías y tengo que aflojar tras coronar hasta que vuelven a reponer su estado de carga.
Llegando al fin de la ruta, los pocos corredores que diviso, me dan una impresión de agotamiento total, el desgaste ha sido brutal y casi todos han sufrido en exceso.
Llega el cartel donde se nos informa de los últimos 5 kilómetros , son de bajada y rápidamente llega el cartel de que faltan 4 y 3 kilómetros , solo quedaban 2 kilómetros y se me hacen eternos, el adoquinado del firme llegando al pueblo llega a ser una pesadilla que se estira como una goma, ya veo a la gente animando y la sensación de paso por meta me da la vida, esa vida que poco a poco se ha ido consumiendo por el buen circuito que la organización nos ha preparado y que el sol ha cocinado a fuego lento para deleite de todos los participantes.
El tiempo que hemos hecho es de 5 horas aproximadamente, a lo que no le doy mucha importancia. Mi admiración esta enfrentada, esta claro, para los que llegan en primeras posiciones, pero en la misma medida para toda esa gente que se enfrentan a estas pruebas con el fin de acabar sea en el tiempo que sea. Esta crónica va dedicada la organización y a todas esas personas que como yo, disfrutan de ese mountain bike, que no entiende de GPS, SAG, precarga, carbono, meso ciclos, gel, triple compuesto, etc…y pone su corazón en situación “Xtrema” ruta tras ruta, marcha tras marcha o carrera tras carrera.
Al finalizar solo tenia una cosa en mente, felicitar a la organización y darle las gracias personalmente a Manuel, (Organizador del evento) por el buen trabajo realizado, esperamos una segunda edición de “MadridXtrema”,.
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